Por: Camila Cuba Jara
El día internacional de la mujer conmemora la lucha femenina por su participación dentro de la sociedad y la constante busqueda de equidad de género. Es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, como reconocimiento del derecho a voto, a la eduación, la posibilidad de acceso al campo laboral, entre otros. Sin embargo, también es un día para reflexionar sobre los retos pendientes.
No es desconocido que existen diferencias entre el hombre y la mujer. Estas, en su mayoría, han sido enfatizadas de manera excesiva por la sociedad, dando a entender que existe un orden natural en las acciones y deberes correspondientes para cada uno. Según la ENARES, 53% de la población considera que la mujer debe cumplir su "rol" de madre y esposa, después cumplir sus sueños; 33% piensa que la mujer infiel debe tener alguna forma de castigo por parte de su pareja y 26% considera que esta debe estar dispuesta a tener relaciones sexuales cuando su pareja lo desee.
La lucha por generar un compromiso para cambios en las costumbres con fines igualitarios, sin estereotipos de sexo y género aún persiste. Tristemente, el nivel de superioridad que la sociedad le otorga directa o indirectamente al hombre conlleva a constantes burlas, abusos o maltratos hacia la mujer. Una publicación del INEI indica que, en el Perú, 1 de cada 3 mujeres de 15 a 49 años de edad alguna vez fueron víctimas de violencia ejercida por su esposo o compañero. Cabe resaltar que la cifra mencionada no toma en consideración los casos en los cuales la víctima no denuncia el maltrato.
Esta situación empeoró durante el estado de emergencia, los EIU atendieron 18439 casos, de los cuales 51 han sido por violencia económica, 2693 por violencia sexual, 7277 por violencia psicológica y 8418 por violencia física. Si tenemos en cuenta que su alcance ha sido limitado, las cifras de mujeres y niñas que sufren de violencia en sus hogares son sumamente preocupante. Las regiones donde más se perpetuó la violencia fue Cusco (2494), Junín (2067), Lima Metropolitana (1522), Huánuco (1337) y Ancash (1199).
Por otro lado, una situación que tomará décadas en cambiar es la diferencia promedio entre las remuneraciones que reciben tanto hombres como mujeres por diferentes trabajos dentro de la economía, la brecha salarial. Según IPE, una mujer recibe 0.72 centavos por cada sol que obtiene un hombre trabajador en las mismas condiciones. Desde el punto de vista del sector informal, en el cual pertenecen ambos sexos, solo el 39,9% de mujeres cuenta con empleo asalariado, frente al 51,7% de los hombres, ambas cifras aumentadas luego de la cuarentena.
Escrito por: Camila Cuba Jara. Estudiante de Economía. Universidad del Pacífico (UP)